Como ya hemos explicado en otros artículos sobre la periodontitis es una enfermedad de las encías, que consiste en la inflamación del tejido blando que rodeA y sujeta las piezas dentales; una falta del tratamiento de esta enfermedad puede causar la perdida de los dientes. Esta enfermedad la sufre una gran parte de la población.
Fases del tratamiento de la Periodontitis:
El tratamiento de los pacientes que sufren de enfermedad periodontal consiste en controlar el agente causante de la enfermedad y posteriormente va a constar de medidas correctoras y de mantenimiento. Así pues, se divide el tratamiento en diferentes fases:
Fase 1 del tratamiento: higiénica o causal
En esta primera fase, se realizará el tratamiento etiológico o causal cuyo objetivo es eliminar y controlar las bacterias como causantes de la enfermedad, para controlar la infección. Para poder llevar a cabo con éxito esta primera fase del tratamiento es imprescindible la educación y la motivación del paciente.
Si no existe una colaboración por parte del paciente, todas las fases del tratamiento fracasan ya que el tratamiento dental no tendrá efecto. Así pues, el odontólogo deberá motivar al paciente e instruirle de modo que pueda mantener una buena higiene bucal. Se le explicará como cepillarse y el tipo de cepillo que debe utilizar, cómo utilizar cepillos interdentales o cinta o hilo dental para la higiene bucal entre dientes, y se realizarán visitas periódicas de control.
Factores de riesgo periodontales
También es importante concienciar al paciente de la necesidad de eliminar los diferentes factores de riesgo. De este modo, se intentará detectar y controlar todos los factores de riesgo periodontal que pueda presentar el paciente. El tabaco y la diabetes no controlada son los dos factores de riesgo más importante modificando la respuesta del huésped frente a la infección provocada por las bacterias.
En la mayoría de los casos, las periodontitis pueden tratarse y controlarse sin tener que recurrir a tratamientos quirúrgicos, sin cirugía.
El éxito del tratamiento se fundamenta en el control y eliminación de la placa bacteriana mediante procedimientos mecánicos y tratamientos químicos. Pero antes de empezar la instrumentación periodontal, el paciente debe haber empezado a controlar la inflamación gingival mediante una técnica adecuada de higiene oral.
Instrumentación periodontal
La instrumentación periodontal será inicialmente supragingival (por encima de la encía) y posteriormente subgingival (por debajo de la encía). El objetivo principal es la eliminación de la placa bacteriana y el cálculo acumulado en las diferentes superficies de los dientes. Esta consiste en el curetaje dental o raspado y alisado radicular pueden realizarse bajo anestesia local.
Una vez se ha eliminado la placa bacteriana y el cálculo subgingival, se alisa la superficie dental para evitar que las bacterias se adhieran de nuevo y favorecer una adhesión de la encía a la superficie del diente. La instrumentación periodontal puede realizarse manualmente con curetas o mediante ultrasonidos.
Con el raspado y alisado radicular se puede acceder a las bolsas periodontales profundas y eliminar las bacterias subgingivales. Pero en periodontitis avanzadas, el control mecánico no es suficiente debido a que la instrumentación periodontal tiene limitaciones.
Así pues, se realizará una desinfección oral completa mediante antisépticos y en algunos casos con antibióticos locales y sistémicos. El paciente deberá usar también antisépticos como la clorhexidina en su higiene oral para mantener el control de la placa, durante el tratamiento.
Fase 2 tratamiento de la periodontitis: Quirúrgica
Algunos pacientes requieren una intervención quirúrgica tras la fase higiénica. Cuando se llega a esta fase, el paciente debe tener un excelente control de la placa con la higiene oral. Existen diferentes tipos de intervenciones quirúrgicas.
Cirugía de reducción de bolsas periodontales profundas
La cirugía de reducción de la bolsa empieza con una cirugía de colgajo para separar la encía del diente y poder fijarla en una nueva posición. Cuando se levanta el colgajo (encía) se retira todo el cálculo subginigval (debajo de la encía) que no se ha podido retirar mediante el raspado y alisado radicular y se eliminan las posibles irregularidades del hueso o la raíz del diente.
Este tipo de cirugías son eficaces reduciendo la profundidad de la bolsa periodontal y ganando inserción cuando se tratan bolsas mayores de 7 mm. En algunos casos, una vez se ha levantado el colgajo de encía, se realiza una cirugía ósea modelando el hueso para que no haya espacios donde puedan instalarse y crecer las bacterias.
En los procedimientos regenerativos se realizan injertos óseos que promueven el crecimiento óseo allí donde ha sido destruido por la enfermedad periodontal. Se colocan injertos óseos que pueden ser de un donante, de vaca o del mismo paciente. Además del injerto óseo se estimula el crecimiento óseo por parte del cuerpo del paciente mediante proteínas.
También se pueden realizar injertos de tejido blando. En los casos en los que ha habido una recesión de la encía y las raíces de los dientes quedan expuestas, se pueden cubrir con injertos de tejido blando (encía).
El tejido se obtiene del paladar o de la zona de las muelas del juicio superiores, del mismo paciente para cubrir aquellas raíces que están expuestas. Así se consigue reducir la sensibilidad de estos dientes y una protección para las raíces contra la caries. Además, se disminuye o elimina la pérdida ósea y de la encía.
Fase 3 tratamiento: Restaurador
Dentro de esta fase podemos encontrar dos tipos de tratamiento restaurador:
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Estética dental
En primer lugar, existen los tratamientos cuando no se van a colocar implantes que serían la ortodoncia, prótesis y estética dental.
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Implantes dentales
En el tratamiento con implantes se valorará la posibilidad de colocar implantes allí donde faltan dientes.
Las limitaciones biológicas y anatómicas provocadas por la enfermedad periodontal deben diagnosticarse antes de establecer un plan de tratamiento.
Fase 4 tratamiento de la periodontitis: Mantenimiento
Esta fase es también muy importante y requiere una implicación por parte del paciente. Después de ser tratado, el paciente debe seguir acudiendo al dentista, periodoncista o higienista para controles periódicos y debe seguir las pautas de higiene que le haya proporcionado el odontólogo para que no vuelvan a acumularse bacterias que provoquen de nuevo la infección causando periodontitis.
Esta fase de mantenimiento sirve para prevenir la reaparición de la progresión de la enfermedad en pacientes ya tratados previamente, para prevenir y reducir la incidencia de pérdida de dientes e implantes y para aumentar la probabilidad de localizar y tratar otras patologías dentro de la cavidad oral. La fase de mantenimiento en el tratamiento periodontal aumenta la probabilidad de éxito del tratamiento.
Actualmente, existe una evidencia de que el tratamiento de la enfermedad periodontal alarga la vida de los dientes. Saber reconocer, diagnosticar y tratar la enfermedad periodontal evita problemas dentales innecesarios y la consiguiente pérdida de hueso. Como en muchas otras enfermedades, cuanto antes sea detectada la periodontitis, antes se podrá tratar y mejor será el pronóstico.
El tratamiento que se emplea tiene como objetivo interrumpir el progreso de la enfermedad para evitar más daños o pérdidas dentales. Una buena higiene oral nos servirá para prevenir la enfermedad eliminando las bacterias pero también para tratarla y evitar que progrese.
Si la placa de bacterias se forma por debajo de las encías, el dentista o periodoncista deberá eliminarla y a veces requerirá de raspaje y en menos ocasiones de cirugía para limpiar la superficie de la raíz del diente o parte del hueso que haya podido afectarse.