Injertos de encía: Un tratamiento moderno mínimamente invasivo que mejora el pronóstico de los dientes. Los injertos de encía son un procedimiento quirúrgico que se realiza cogiendo un trozo de tejido blando de un sitio donante para usarlo en otro lugar receptor.
Este tejido donante se puede obtener del paladar, de la tuberosidad maxilar (zona de las muelas del juicio cuando no están presentes), de la encía adyacente a los dientes afectados, incluso de un tejido proveniente de un banco de tejidos (humano) o de animales, o de sustitutos artificiales.
Las recesiones de encía son el principal motivo por el que se realizan injertos de encía. A pesar de parecer un problema poco frecuente, está presente en muchos pacientes. La formación de las recesiones es un proceso gradual que ocurre lentamente.
¿Cuándo son necesarios los injertos de encía?
Por esta razón, muchas veces pasan desapercibidas hasta que ya son demasiado evidentes. Una manera de controlar esta progresión de las recesiones es mediante los controles regulares al dentista e higienes profesionales con enseñanza de higiene oral, y de este modo se pueden prevenir situaciones que requieran procedimientos quirúrgicos de injertos de encía.
Las recesiones son esencialmente una condición en la que la encía empieza a retraerse del diente dejando la raíz expuesta a la boca. Con el tiempo, este proceso puede continuar formando pequeñas bolsas entre el diente y la encía.
Riesgos de no tratarse a tiempo
Esto promueve la acumulación de bacterias en esa zona que si no se eliminan adecuadamente pueden conllevar complicaciones con el tiempo. Antes de llegar a estas situaciones, las recesiones dentales pueden tratarse sin requerir un procedimiento quirúrgico.
Algunos de los signos que pueden aparecer de manera temprana son el incremento de la sensibilidad dental, percepción de los dientes más largos de lo normal y pequeñas indentaciones, desgastes o marcas donde se une el diente con la encía.
Injertos de encía: Causas
Las recesiones pueden estar causadas por diferentes causas. La principal causa son las bacterias de la enfermedad periodontal. El tratamiento de la gingivitis previene la formación de recesiones iniciales pues en fases más avanzadas de la periodontitis ya son una condición casi inevitable.
Otro factor causante puede ser el trauma provocado por diferentes agentes como un cepillado agresivo (horizontal o circular) o la presencia de un piercing. El bruxismo podría ser otra causa debido a que la parte del diente más cercana a la encía se fractura en forma de cuña o abfracción, exponiendo la raíz de los dientes que se van debilitando con el tiempo.
Otro factor que predispone a las recesiones de la encías es tener encía y hueso finos en la parte exterior de los dientes, y se da especialmente en los pacientes de raza caucasiana. Además, otro factor que facilita y puede causar recesiones en pacientes con hueso y encía finos es el movimiento de ortodoncia. Evidentemente un movimiento de ortodoncia expansivo o hacia fuera como podría ser en los casos de apiñamientos severos o compresiones del maxilar o mandíbula.
¿Cómo son las cirugías de injertos de encía?
Las cirugías de injertos de encía son un tratamiento válido para las recesiones en fases más avanzadas. Podemos dividir los tipos de injertos en tres grupos: injertos de tejido conectivo, injertos libres e injertos pediculados.
Los injertos de conectivo son el tipo de injerto que más se utiliza con diferencia y el que según los estudios obtiene los mejores resultados. Para obtenerlo se realiza una pequeña incisión en el paladar de tal modo que el periodoncista pueda obtener el tejido conectivo del interior del paladar (como si cogiésemos el queso de un bocadillo y lo volvemos a cenar).
De esta manera genera una mínima molestia en el paladar y cicatriza internamente. A continuación se coloca el tejido obtenido del paladar en el defecto cubriendo la raíz expuesta y cualquier defecto que se haya podido formar, quedando cubierto por la encía del paciente.
El injerto libre se toma directamente del paladar incluyendo la piel y el tejido interno, y se coloca sobre la raíz expuesta sin cubrirlo. El injerto pediculado sería el desplazamiento de la encía de zonas vecinas a la afectada.
Injerto de encía: post operatorio
Después de la cirugía es importante seguir las instrucciones explicadas por el dentista o periodoncista (dentista especialista en encías). Es importante que el injerto no reciba ningún tipo de trauma ni movimiento hasta que esté curado (de 4 a 15 días) así que se evitará el cepillado en esa zona y el uso del hilo dental.
Para mantener una higiene correcta y evitar posibles infecciones el odontólogo recomendará el uso de colutorios o geles antibacterianos. También se verá afectada la dieta siendo en el momento posterior a la cirugía una dieta blanda y fría.
El dolor que pueda experimentar el paciente es muy leve, siendo mayor la inflamación que depende de diferentes factores como la complejidad de la cirugía y la cantidad de dientes implicados. Las pautas de medicamentos post cirugía ayudarán a controlar el dolor y la inflamación.
Los injertos de encía permiten reducir la progresión de las recesiones y así mejorar el pronóstico de los dientes. Otra idea es reducir también la sensibilidad de la raíz (radicular) a estímulos fríos o calientes protegiendo las raíces de los dientes.
También mejorar la estética igualando el nivel de la encía de los diferentes dientes. Además permite tratar algunos defectos provocados por la enfermedad periodontal y ayudar a tratar la misma enfermedad.