La oclusión dental, significa simplemente el contacto entre los dientes. Técnicamente, es la relación entre los dientes maxilares (superiores) y mandibulares (inferiores) cuando se acercan entre sí. Normalmente ocurre durante la masticación o en reposo.
Cuando pensamos en oclusión dental, lo primero que pensamos es: ¿Cómo podemos hacer tratamientos dentales que duren lo máximo posible y sean cómodos para los pacientes?
El sistema masticatorio está formado por: dientes, maxilar, mandíbula, articulación temporomandibular y músculo de la masticación (masetero).
La mandíbula tiene la capacidad de moverse hacia adelante y hacia los lados (izquierda y derecha). Esto se consigue porque el cóndilo (la parte superior de la mandíbula) se mueve dentro de la articulación. De esta forma, los dientes pueden contactar los unos con los otros.
¿Qué tipo de oclusión deberíamos tener entre los dientes superiores e inferiores?
De acuerdo a la evidencia científica, los dientes maxilares y mandibulares deben tener el máximo de contactos posible para poder tener una correcta función masticatoria.
Cuando hacemos movimientos laterales con la mandíbula, idealmente, los dientes caninos son los encargados de recibir el contacto. Esto se debe a que los dientes caninos son dientes largos y fuertes. Además, cuando movemos la mandíbula hacia delante son los dientes anteriores los que deben contactar. En ambos movimientos, los dientes anteriores deben ser los responsables de recibir el contacto por dos razones:
- Tienen mejor propiocepción: controlan mejor las fuerzas recibidas.
- Están alejados del fulcro (articulación) por lo tanto, las fuerzas recibidas son menores.
De esta manera, los dientes anteriores protegen a los dientes posteriores en movimientos laterales y anteriores de la mandíbula. Por otro lado, en los movimientos verticales de la mandíbula, son los dientes posteriores los que deben recibir las fuerzas y proteger a los dientes anteriores, como por ejemplo, masticando.
¿Qué es la Oclusión Ideal?
Se considera oclusión ideal aquella que:
- No tiene interferencias en movimientos laterales y anteriores.
- Las cúspides encajan con las fosas de los dientes antagonistas.
- Un mínimo de un contacto por diente.
- En movimientos anteriores contacto de dientes anteriores y no posteriores.
- En movimientos laterales, contactos de dientes caninos o función de grupo.
- No haya fremitus. El fremitus es cuando una pieza dental se mueve más de lo debido, lo cual puede causar problemas en la masticación. Los dientes, en general, tienen cierto grado de movilidad, pero con fremitus lo que ocurre es que dicha pieza dental está más afectada porque solo cuenta con 1 raíz (unirradiculares).
Tipos de mordidas irregulares
Existen distintos tipos de mordidas irregulares según el posicionamiento o dirección de oclusión de la mandíbula:
Mordida abierta
Hablamos de mordida de dientes cuando casi no existe el contacto adecuado entre los dientes inferiores con los superiores. El paciente que sufre de mordida abierta no puede cerrar la boca con todos los dientes dentro, generalmente, sólo en contacto con los molares y deja un espacio visible entre ellos.
Mordida cruzada o Prognatismo
La mordida cruzada es bastante común y es cuando los huesos maxilares se encuentran mal encajados de forma que los maxilares superiores quedan atrás.
Retrognatismo
Se considera una malocusión grave o sobremordida que se produce cuando los maxilares superiores se superponen de forma considerables a los dientes inferiores.
¿Cuando hablamos de una maloclusión?
Se habla de maloclusión cuando por culpa de esta el paciente está sufriendo patologías dentales. Normalmente es causado por la pérdida de dientes o mala distribución de las fuerzas oclusales. Al perder dientes, perdemos soporte dental y las fuerzas se concentran en menos dientes sobre cargándose y generando este tipo de patologías dentales:
- Fremitus.
- Fracturas dentales.
- Ensanchamiento del ligamento periodontal.
- Dolor dental.
- Trauma oclusal.
- Pérdida de la función o capacidad masticatoria.
¿ Cómo tratamos una maloclusión?
El tratamiento consiste en devolver al paciente los contactos oclusales suficientes (necesarios) para poder soportar y distribuir bien las fuerzas a los dientes. Se puede hacer mediante:
- Implantes dentales.
- Prótesis fija.
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