Las enfermedades periodontales son desórdenes infecciosos causados inicialmente por bacterias. La gingivitis es una forma no destructiva de la enfermedad periodontal. El proceso inflamatorio en las encías y alrededor de los tejidos que rodean el diente se inicia provocado por la presencia de placa bacteriana formando biofilms encima de la superficie de los dientes. Esta inflamación local persiste mientras siga presente el biofilm y se resuelve con una eliminación meticulosa de las bacterias.
La acumulación de placa bacteriana en encía sana produce gingivitis. Si esta placa es eliminada mediante la reinstauración de medidas de higiene oral durante 7 días, la encía vuelve a su estado normal. Existen diferentes condiciones locales y sistémicas que pueden favorecer el inicio y progresión de infecciones periodontales. Así pues, la susceptibilidad a la periodontitis varía entre diferentes individuos en función de la respuesta del cuerpo hacia las infecciones bacterianas.
La inflamación gingival se desarrolla en periodontitis en algunos individuos más que en otros. Existe variabilidad en el nivel de periodontitis dentro de una misma población y dentro de subgrupos de la misma población. También existe variabilidad en un mismo individuo siendo la pérdida de tejidos periodontales más acentuada en algunos dientes que en otros en función de las condiciones de cada paciente. Así pues, la predisposición al inicio y progresión de la enfermedad varía y puede estar influenciada por diferentes factores de riesgo.
Antiguamente se pensaba que la enfermedad periodontal afectaba a todos los individuos por igual, siendo la acumulación de placa, una pobre higiene oral y posiblemente el trauma oclusal factores suficientes para iniciar la periodontitis. Hoy en día está aceptado que la periodontitis está provocada por infecciones bacterianas específicas y que los individuos no son igual de susceptibles a padecer estas infecciones ni al daño causado como consecuencia de estas. El conocimiento de los factores de riesgo más importantes de la periodontitis permite identificar a los pacientes más susceptibles y prevenir la enfermedad o identificar estas condiciones en pacientes con enfermedad periodontal y modificarlas para mejorar su condición.
Los factores de riesgo son aquellas condiciones que están asociadas con el aumento de la tasa de una enfermedad pero no son los causantes de la enfermedad. Estos factores pueden ser modificables o no modificables siendo normalmente los primeros extrínsecos al individuo y los modificables intrínsecos del individuo. Algunos de los factores de riesgo más importantes son diferentes enfermedades sistémicas como la diabetes, fumar y el estrés. Además existen otros factores como la nutrición o el consumo de alcohol que también pueden favorecer la periodontitis.
Además de los factores de riesgo modificables, la predisposición genética de cada uno es determinante para la progresión de la enfermedad. La presencia de algunos genes de moléculas inmunoreguladoras son considerados factores clave en el desarrollo de la enfermedad.
La gingivitis no es un sinónimo de periodontitis en un futuro. De todos modos, si no se trata y progresa puede llegar a afectar estructuras más profundas alrededor del diente y provocar una periodontitis. Por esta razón es importante tratar la causa principal de las enfermedades bacterianas mediante una higiene oral meticulosa. Además, el control de los factores de riesgo permite controlar el inicio y progresión de la enfermedad en aquellas personas más susceptibles a padecerla.