A todo el mundo le gustaría lucir una sonrisa blanca y perfecta sin tener que pasar por el dentista, pero, ¿son realmente buenos los tratamientos realizados en casa que se utilizan para blanquear los dientes?
El blanqueamiento dental, aunque parezca un procedimiento simple, puede presentar riesgos y consecuencias negativas si no se realiza correctamente. Y aunque los blanqueamientos caseros han ido ganando seguidores a lo largo del tiempo es totalmente necesaria una supervisión por parte de un profesional.
Escoger un tratamiento de blanqueamiento dental de confianza
Es posible que todos conozcáis un establecimiento que, aunque no se dedique a la odontología tenga el blanqueado dental como servicio. ¡Mucho cuidado! En estas ocasiones las ofertas de este tipo de establecimientos acostumbran a utilizar sustancias blanqueadoras que constan componentes como el peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida. Estas sustancias lo que hacen básicamente es rayar el diente reduciendo el esmalte y haciendo que parezcan más blancos. No debemos olvidar que el esmalte dental es el único tejido humano que no se vuelve a regenerar y que sirve para proteger los dientes y evitar su exposición contra bacterias y otros agentes nocivos. Por lo tanto, aunque el blanqueamiento cubra una necesidad estética en ningún caso debe realizarse sin la supervisión de un odontólogo profesional.
Si buscamos en Internet maneras de realizarse un blanqueamiento dental en casa nos vamos a encontrar un sinfín de entradas con procedimientos.
Uno de los remedios caseros más conocidos es el de cepillarse los dientes con bicarbonato. ¡Error! El bicarbonato es un componente que se usa en las consultas de manera muy puntual y con mucho cuidado en la técnica ya que es una sustancia abrasiva. Esto quiere decir que puedes “quemarte” las encías o generarte problemas de sensibilidad dental que tendrán que resolverse con la implantación de carillas dentales
¿Puedo tener una sonrisa bonita sin hacerme un blanqueado dental?
Sí. La verdad es que hay algunos hábitos que pueden mejorar el color de nuestro esmalte y algunas prácticas que debemos evitar.
Algunas de las mejores prácticas para conseguir este objetivo pasan por cuidar la dieta, intentar evitar el tabaco o productos cómo el café, tener una buena higiene bucodental y hacer visitas periódicas con tu dentista.
Si tu intención es realizarte un blanqueamiento dental próximamente puedes concertar aquí tu visita y dejar que nuestros especialistas te aconsejen el mejor tratamiento para tu caso.
