A estas alturas del año la mayoría ya tenemos la mente puesta en el verano. Eso significa que nos pasamos horas planeando cómo disfrutar de los días más largos y las noches más cálidas. También nos entran las prisas por conseguir un bonito bronceado –siempre con protección solar– y nos rendimos a la famosa operación bikini. Queremos lucir nuestra mejor versión y en este proceso no podemos olvidarnos de nuestra sonrisa.
De igual manera que nuestra puesta a punto incluye alguna que otra visita al gimnasio, al peluquero o, incluso, al médico de cabecera, deberíamos hacer también una parada en la consulta de nuestro dentista y es que si queremos mantener una adecuada salud dental y mejorar el aspecto de nuestros dientes debemos convertir en regulares nuestras revisiones bucales. Visitar a tu dentista antes del verano es, además, una oportunidad ideal para mantener alejados determinados problemas en nuestros dientes. Te contamos por qué.
¿Por qué visitar a tu dentista antes del verano?
1. Prevención
La principal razón para visitar al dentista justo antes de salir de vacaciones es la prevención. No querrás que una molestia en tu dentadura te arruine el verano. Se trata de evitar desde una caries hasta una gingivitis, pasando por cualquier otra dolencia que provoque dolor o sangrado. Y todo esto lo puedes detectar y evitar con una simple visita a tu odontólogo.
2. Cambios en la dieta
Todos nos proponemos cuidarnos en verano, pero la realidad es que nuestra dieta suele resentirse cuando estamos de vacaciones. Nos rendimos más a las grasas saturadas, al alcohol y a los helados –que suelen ir cargados de azúcar–. El problema está en que estos alimentos dañan nuestros dientes y provocan sensibilidad dental. Tu dentista te indicará cómo prevenir esos daños atendiendo a lo que comes, pero también a qué pasta de dientes utilizar.
3. El clima
Todos agradecemos que haga más sol, menos viento y que las temperaturas sean más agradables, sin embargo, estos cambios en las temperaturas afectan a la salud de nuestros dientes de ahí que visitar al dentista antes del verano sea imprescindible. Esto se explica porque el incremento de las temperaturas genera un cierto grado de deshidratación con lo que nosotros producimos menos saliva –que tiene un efecto desinfectante para nuestra boca– boicoteando así a nuestra higiene bucodental y aumentando el riesgo a desarrollar caries o afecciones como la gingivitis y la periodontitis.
4. Estética
También puede ser que el principal motivo para visitar al dentista antes de irte de vacaciones sea por razones estéticas. Desde una limpieza dental en profundidad, hasta realizar un blanqueamiento dental que nos proporcione una sonrisa más blanca o, incluso, animarnos a empezar ese tratamiento de ortodoncia que nunca sabemos cuándo iniciar. El verano puede ser un momento ideal para estos tratamientos.