Frecuentemente, los dentistas nos encontrábamos frente a pacientes que deseaban mejorar su sonrisa y, sin embargo, nunca daban el paso definitivo porque no les convenía la idea de recurrir a los brackets metálicos. Desde hace algunos años este problema ya no es tan habitual en las consultas de ortodoncia, ya que surgió una alternativa que fue una pequeña revolución para este tipo de tratamientos: la ortodoncia invisible.
Al igual que ocurre con los brackets tradicionales, esta pieza se realiza a medida para el paciente gracias a un sofisticado sistema informático en 3D. La diferencia en este caso es que los alineadores son transparentes y se realizan teniendo en cuenta las características iniciales de los dientes del paciente. Es por este motivo que cada cierto tiempo –normalmente cada dos o tres semanas– las férulas se deben remplazar por otras nuevas que se ajusten a la nueva posición que ha adquirido la dentadura del paciente.
La otra diferencia es que la ortodoncia sin brackets o Invisalign ejerce presión directamente sobre los dientes en vez de que esta se produzca sobre un alambre que, a su vez, la transfiere al diente. Así hasta que los dientes alcanzan su posición ideal.
5 ventajas de la ortodoncia sin brackets
Si quieres mejorar tu sonrisa, pero todavía tienes dudas sobre qué proceso elegir toma nota de las ventajas de la ortodoncia sin brackets:
1. Comodidad
Esta es una técnica mínimamente invasiva –sobre todo si la comparamos con otros tratamientos de ortodoncia–. Por norma general, los pacientes que sí recurren a la ortodoncia sin brackets se olvidan del dolor, las molestias y las llagas en la boca.
2. Removibles
La ortodoncia forma parte de los tratamientos que incluye la estética dental y que sea removible, es la virtud de la ortodoncia invisible que más valoran los pacientes. Si queremos, este tratamiento puede pasar totalmente desapercibido. Los alineadores Invisalign se pueden quitar y poner fácilmente, por ejemplo, en reuniones, comidas o para cepillarse los dientes. Eso sí, no puede ser por periodos largos, ya que estaremos frenando el tratamiento.
3. Higiene
Gracias a que son removibles podemos limpiar las férulas y nuestros dientes sin complicación y siempre que queramos. A diferencia de los brackets metálicos clásicos, el paciente no tiene adherido ningún elemento al diente, de modo que puede hacer un cepillado profundo y completo de la boca cada vez que sea necesario. El cuánto, cómo y cuándo lavarse los dientes no cambia si optamos por la ortodoncia invisible.
En el caso de la ortodoncia convencional o los brackets, la limpieza se complica un poco más, ya que no podemos utilizar ni hilo dentil ni cepillarnos de manera rutinaria. Existen una serie de mecanismos que conviene seguir.
4. Eficaz
Pero, sobre todo, la principal ventaja de este tratamiento de ortodoncia y una de las razones por las que la ortodoncia sin brackets cuenta con tantos adeptos es por los excelentes resultados que presenta. Unos cambios que, además, se aprecian a los pocos meses de iniciarse el tratamiento. Pero, insistimos, en este caso, la colaboración del paciente es fundamental, ya que de él depende colocarse los alineadores durante el máximo tiempo posible.