¿Sabías que en nuestra boca viven más de 20.000 millones de bacterias de más de 600 especies diferentes? Desde el momento en que nacemos, empiezan a colonizar nuestra cavidad oral. Aunque no todos estos microorganismos son dañinos para nuestra salud, la realidad es que, si no los mantenemos bajo control, algunos pueden provocar verdaderos problemas en nuestra boca. Es importante recordar que tener una buena higiene bucal no será esfuerzo de un día, requiere un trabajo diario y seguir una serie de pautas que nos ayudarán a lucir una bonita sonrisa y garantizar la salud de la boca. Para hacerlo bien hay que evitar algunos hábitos que boicotean nuestra higiene oral y seguir un paso a paso de todo lo que debes saber para cuidar tus dientes.
1. Cepillarse los dientes 3 veces al día
Es la norma básica para una correcta limpieza bucodental. Estas 3 veces al día se corresponderían con: nuestra mañana, después de comer y antes de acostarnos. Este es el mínimo, pero lo ideal es que nos pasemos el cepillo después de cada comida que hagamos. Es importante también el cómo y el cuánto. Procura que el cepillado sea suave y dedica, por lo menos, dos minutos. Solo así lograrás mantener los dientes blancos, las encías rosadas y las caries alejadas.
2. Flúor y enjuague bucal. ¿Sí o no?
El primero sirve para prevenir el deterioro dental, ya que ayuda a fortalecer el esmalte. ¿Cómo introducirlo en tu rutina de cepillado diaria? Busca una pasta de dientes que incluya este elemento responsable también de dejar un aliento fresco y mayor sensación de limpieza en tu boca.
En cuanto al enjuague bucal, la recomendación es utilizarlo, pero no cada vez que nos cepillamos los dientes. Deberás enjuagarte la boca durante 30 segundos y no ingerir nada más –ni siquiera agua– durante los siguientes 30 minutos. Por eso, lo ideal, es hacerlo por la noche, así nos aseguramos de que el enjuague bucal haga su trabajo.
3. La dieta, más importante de lo que piensas
¿Te han aparecido manchas en tus dientes y tu sonrisa se ha oscurecido?, probablemente sea cosa del tabaco. ¿A tu hijo le ha salido una caries?, presta atención a su consumo de azúcar. El tabaco y el azúcar son, junto al alcohol, los grandes enemigos de nuestros dientes. Eliminarlos de nuestra dieta es un básico si queremos preservar nuestra salud bucal.
En cambio, las frutas –con las fresas y las manzanas a la cabeza– no pueden faltar: fortalecen nuestros dientes, nuestro sistema inmunitario, nos ayudan a ejercitar la mandíbula y hasta potencian el tono de nuestros dientes y encías.
4. Ortodoncia, nunca es tarde
Es un tratamiento bastante común entre los adolescentes, sin embargo, muchos adultos tienen reparos a la hora de recurrir a él. Si alguna vez te has preguntado si eres mayor para la ortodoncia, te diremos que no, que existen distintos tipos de ortodoncia que se adaptan a las necesidades de cada paciente. De modo que no hay motivo alguno para no recurrir a este tratamiento que no solo corrige problemas estéticos, también de salud bucodental.
5. Visita a tu dentista
Deberías, como mínimo, realizar una revisión anual de tu dentadura y una limpieza profesional. Esta cita con tu especialista servirá para detectar problemas en tus dientes en el caso de que existan o para prevenir daños futuros.