No es ninguna novedad que el consumo de tabaco es perjudicial para la salud, ya que puede desencadenar un seguido de enfermedades nocivas e incluso mortales para nuestro organismo como pueden ser el cáncer, enfermedades cardiovasculares, trastornos respiratorios, etc.
No debería sorprendernos pues, que en la boca también tuviera un seguido de efectos negativos como podrían ser el cáncer oral, la aparición de enfermedades periodontales (ya que el tabaco favorece la pérdida de hueso) y el detectado aumento de placa y sarro en los pacientes, sabiendo que, el tabaco favorece la mineralización de la placa bacteriana.
El tabaco en sí no es una contraindicación excluyente para colocar implantes dentales en un paciente, pero desde Nart Clínica Dental Barcelona recomendamos que aquellos usuarios interesados en realizarse un implante dental que, o bien reduzcan el consumo de tabaco o óptimamente dejen de fumar antes de someterse al tratamiento.
¿Cómo influye el tabaco en los implantes dentales?
Está comprobado que aquellos pacientes consumidores habituales de tabaco y que llevan implantes dentales tienen una tendencia mayor a contraer ciertos riesgos y problemas durante y después del tratamiento.
Debemos tener en cuenta que, el éxito en un tratamiento de implantes recae en gran medida, en el proceso de osteointegración entre el implante y el hueso. Es en esta fase, en la que el tabaco puede resultar un factor problemático para el paciente ya que los componentes nocivos del tabaco afectan negativamente al proceso normal de osteointegración, generando infecciones y una cicatrización más lenta (reduciendo la capacidad de defensa del organismo al reducir la capacidad de riego sanguíneo). También debemos ser conscientes de que, el tabaco aparte de ser una causa de pérdida de un implante dental puede ser, al mismo tiempo, un limitador del tiempo en boca del mismo.
¿Cómo afecta el consumo de tabaco si llevo un implante dental?
Varios estudios demuestran que la tasa de éxito de los implantes dentales en pacientes que consumen tabaco es mucho menor que al resto de pacientes.El tabaco puede ser muy perjudicial en un implante dental, aunque no haya ningún otro factor de riesgo adicional. Algunas de las consecuencias son:
- Disminución del riego sanguíneo en el hueso, encías y mucosa.
- Alteración de los tejidos blandos.
- Facilita las infecciones en las zonas operadas y disminuye la capacidad de reparación de las lesiones.
- Dificulta y retarda el proceso de cicatrización.
- Aumenta la pigmentación amarilla en la prótesis.
- Aumento de la presencia de sarro y placa.
- Disminuye la duración del implante a largo plazo.
- Pueden provocar una mayor inflamación en el postoperatorio.
- Aumenta el riesgo de contraer enfermedades periodontales como pueden ser la periodontitis o la piorrea.
¿Qué debo hacer si fumo y quiero colocarme un implante dental?
Si eres fumador y estas meditando si someterte a un tratamiento de implantes dentales, la situación idónea sería abandonar el tabaco de manera definitiva. Pero para aquellas personas que no quieran o bien no puedan dejarlo les recomendamos dos opciones:
- Dejar de fumar como mínimo dos/tres días antes de someterse a la intervención
- Dejar de fumar durante un período de 6-8 semanas después de realizarte el tratamiento de implantes dentales con tal de favorecer la fase de cicatrización del hueso.
Si una vez colocado el implante se produce una apertura de la línea de cicatrización el hábito de fumar podría llevar a la contaminación del hueso conllevando una pérdida temprana del hueso.
¿Por qué el tabaco es un factor de riesgo?
- La falta de riego sanguíneo que provoca fumar es consecuencia de que la nicotina es vasoconstrictora.
- El tabaco provoca una reacción térmica que incide directamente en la encía.
- Altera el sistema inmunológico.