La teoría la conocemos, un buen cepillado dental es esencial para mantener una correcta salud bucodental. Sin embargo, muchas veces la forma de cepillarnos no cumple con los requisitos mínimos.
De hecho, si nuestro objetivo es lucir una boca sana –esto es sin sensibilidad dental, encías que sangren, caries…– no es suficiente con, de vez en cuando, dedicar algunos segundos a pasarse el cepillo por la superficie de los dientes–. Todo lo contrario, existen una serie de normas y recomendaciones que deberemos seguir si queremos asegurarnos de estar haciéndonos un correcto cepillado.
¿Cuánto debe durar el cepillado dental?
El primer paso, sería tener en mente la recomendación que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a la frecuencia y duración del cepillado dental. La máxima autoridad en materia sanitaria apunta a que, idealmente, nos deberíamos cepillar los dientes al menos dos veces al día y durante 2 minutos cada vez.
Si bien es cierto que, en lo que a la duración se refiere, esta puede variar en función de si utilizamos un cepillo de dientes manual o uno eléctrico, ya que la técnica de cepillado y la presión que ejercemos distan ligeramente entre una y otra opción. Otra diferencia es que muchos cepillos eléctricos incluyen un temporizador, mientras que si recurrimos a un cepillo tradicional deberemos cronometrarnos nosotros mismos.
¿Cómo debe ser el cepillado dental?
Es cierto que durante varios años muchos expertos han insistido en la importancia de seguir una técnica adecuada a la hora de cepillarnos los dientes. De un tiempo a esta parte, sin embargo, ha surgido una corriente avalada por la propia OMS o instituciones como la Fundación Dental Española que insisten en la idea de que lo importante no es cómo se cepilla uno, siempre y cuando lo haga de manera recurrente y llegando a todas las partes del diente.
En este sentido, lo que sí es interesante es seguir un orden determinado –el que cada uno elija– para asegurarnos de que ninguna zona queda sin limpiar. Por ejemplo, empezando el cepillado por la parte externa del arco superior y realizando movimientos circulares de izquierda a derecha y cubriendo hasta la encía. Después seguiríamos con la cara interna y reproduciríamos lo mismo con el arco inferior.
Ahora bien, cumplir estos dos criterios es un primer paso, pero no todo lo que debes saber –y hacer– para asegurarte de que mantienes tu boca limpia y sana. Estas son las claves que deberás tener en cuenta para conseguir un correcto cepillado:
1. El tipo de cepillo
Es curioso como a la hora de elegir nuestro cepillo de dientes solemos hacerlo en base a factores como el precio o la estética y no tanto teniendo en cuenta su forma, tamaño o características de las cerdas. Si quieres acertar y emplear el cepillo de dientes más adecuado para tu dentadura, presta atención a tu boca y consulta a tu dentista para que te recomiende la opción más adecuada en base a tus necesidades y características.
2. Presta atención a la pasta de dientes
En primer lugar, ten en cuenta que debes utilizar una pasta de dientes con flúor –la mayoría de opciones que encontramos en el mercado lo contienen–. En segundo lugar, añade una cantidad moderada de dentífrico a tu cepillo de dientes. Si utilizas en exceso lo que crearás es mucha espuma y esto, al contrario de lo que puedas pensar, dificulta la limpieza.
3. No te olvides de la lengua
En la lengua se acumula una gran cantidad de restos de alimentos por ello, no habrá cepillado bucodental correcto y completo si nos hemos olvidado de ella. La recomendación es no limpiar esa zona con el mismo cepillo de los dientes, mejor recurrir a un raspador lingual que nos ayudará a mantener la zona perfectamente limpia.