Lucir una sonrisa sana, alineada y blanqueada se ha convertido en una de las obsesiones de gran parte de la población. En los últimos años, las consultas de los dentistas se han llenado de hombres y mujeres que pedían un blanqueamiento de dientes con el objetivo de aclararlos varios tonos de color.
Existen diferentes causas para que los dientes se vuelvan amarillos o grises, sin embargo, esto no siempre quiere decir que tengamos un problema de salud en nuestra dentadura o que algo no funcione como debiera.
Un claro ejemplo es en el caso de los más pequeños de la casa. Cuando los dientes de leche se caen y empiezan a salir los dientes definitivos, estos tienen un color más amarillento que los temporales. Esto es porque los dientes de leche son excesivamente blanco y brillantes, un tono parecido al de la leche –de ahí su nombre–. La diferencia es, en realidad, muy sutil, pero al estar unos al lado de los otros el cambio de color puede parecer mucho más acentuado. Si lo detectamos en la boca de nuestros hijos, calma, no tiene por qué significar que algo va mal ni que debamos recurrir al blanqueamiento dental para niños.
Cuando pasamos a la adolescencia, algunos jóvenes empiezan a demandar un blanqueamiento dental para mejorar la apariencia de sus dientes.
El por qué lo encontramos en los tratamientos de ortodoncia. Y es que, son muchos los pacientes que han llevado brackets durante mucho tiempo que después ven como sus sientes han quedado manchados de un color crudo, casi amarillo. Esto ocurre porque esa zona ha estado cubierta durante un largo periodo y no se ha podido cepillar con normalidad. En este caso, lo que se aconseja, antes que un blanqueamiento dental, es una limpieza profesional que seguro revertirá la situación.
La edad adecuada
Aun así, hay puede haber muchos padres que se pregunten cuándo es el momento adecuado para realizar un blanqueamiento dental en niños. La respuesta nos la dan las asociaciones de odontología: la recomendación profesional es hacerlo a partir de los 16 – 18 años.
Antes, se desaconseja hacerlo por dos razones. En primer lugar, la dentadura de los más pequeños cambia de forma constante. De hecho, por norma general, no es hasta pasados los 18 años que la pulpa o nervio de los dientes definitivos están completamente formados. En segundo lugar, porque el blanqueamiento dental es un procedimiento muy agresivo que puede generar molestias en los dientes de los niños. Por eso, en los adultos, no se recomienda realizar un blanqueamiento dental por uno mismo.
Evitar las manchas en los dientes
Ahora que ya sabemos la edad adecuada para realizarse un blanqueamiento dental es importante tener en mente qué podemos hacer para evitar las manchas en los dientes de los niños y que mantengan su color blanco por más tiempo. Las recomendaciones de los dentistas son:
- Evitar el consumo de alimentos azucarados: el azúcar provoca caries lo que lo convierte en un gran enemigo de nuestros dientes.
- Evitar las bebidas carbonatadas: es mejor optar por bebidas que hidraten más y que además no dañen la boca. El agua con sabor o con gas es una alternativa más saludable.
- Visitas regulares al dentista: en el caso de los niños se recomienda que acudan de forma periódica –cada 6 meses– para controlar el tono de sus dientes.
- Limpieza adecuada: el cuánto, cómo y cuándo cepillarse los dientes es una pregunta frecuente en las consultas de los dentistas. En el caso de los más pequeños, la recomendación es cepillarse los dientes por lo menos después de las comidas.